Iruya, Salta.
- Colgada Palmera
- 10 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Y así estábamos... acampando del otro lado del río, entre las montañas, bien cerquita de las nubes, sobrevolaban cóndores y reposaban sobre sus nidos, nuestra vista desde la carpa parecía un cuadro, de fondo, bien centrado, el pueblo: ɪʀᴜʏᴀ, con sus calles angostas y empedradas, una iglesia que destaca por su cúpula color celeste resaltando entre los colores ocres y rojizos de las montañas, costumbres y viviendas mantenidas a lo largo de más de 250 años, es un poquito de todo lo que lo hace mágico y único a este lugar.

El pueblo se fundó oficialmente en el año 1753, pero se han encontrado actas de nacimiento en la parroquia de Humahuaca (a 76km de Iruya) que indicarían la presencia de habitantes un siglo antes de su fundación. Fue un pueblo de tránsito entre el Alto Perú y las nuevas poblaciones que comenzaban a levantarse en la región, por lo que los habitantes son descendientes de los Incas, y esto se puede comprobar gracias a la existencia de varias ruinas en los alrededores del pueblo. La palabra “Iruya” proviene del quechua y significa abundante paja.
Como decía anteriormente, las costumbres se mantienen en la actualidad, por lo que los habitantes subsisten mediante cultivo, como maíz, papas y otros productos de la región, la cría de ganado, como ovejas, cabras y llamas, y la práctica del trueque.
Aunque pertenece a la provincia de Salta, el acceso debe realizarse desde la provincia de Jujuy. Se encuentra a 2780 metros sobre el nivel del mar, rodeado por los ríos Colanzulí y Milmahuasi.
Cómo llegar?
Si lo visitamos con vehículo propio desde Humahuaca (se encuentra a unos 76km.) se debe tomar la Ruta Nacional 9 hasta empalmar con la ruta provincial 13, veremos un cartel que anuncia el nombre del pueblo, señalando la ruta que debemos tomar. El camino es de ripio y cornisa, llega a una altura máxima de 4200 m.s.n.m. en el Abra del Condor, justo en el límite natural entre Jujuy y Salta.
En caso de no contar con vehículo propio, desde Humahuaca salen colectivos que nos dejarán en el pueblo. La duración del recorrido es de unas 3:30hs.
Precio del boleto:
Ida: $ 300
Ida y vuelta: $ 580.
Horarios:
Sale de Humahuaca: Lunes a Domingo: 08:20 y 10:30 (llega a Iruya: 11:30 y 13:30). Domingo a viernes: 16:00 (llega a Iruya: 19:00).
Sale de Iruya: Lunes a Domingo: 13:00 y 15:15 (llega a Humahuaca 16:00 y 18:00). Lunes a sábado: 06:00 (llega a Humahuaca: 09:00)
En ambos casos debemos consultar si el camino se encuentra en condiciones, si llovió el día anterior o está pronosticado lluvia, esta duda la resolveremos en la oficina de turismo de Humahuaca o bien en la estación de colectivos del mismo pueblo.

Actividades que podemos realizar
Mirador de la Cruz y Mirador del Cóndor, ambos tienen una dificultad media, camino de ripio y en subida, por lo que el calzado es esencial, se tarda alrededor de 1hs y media en subir, siempre va a depender del estado físico de cada persona, las vistas son del pueblo y las montañas. La diferencia está en que el mirador de la cruz está marcado por una cruz, propiamente dicho, y en el otro se puede ver sobrevolar a los cóndores muy cerca nuestro.
Visitar las ruinas Titiconte, es un sitio arqueológico con restos de una fortaleza precolombina del tipo pucara, ubicado a unos 8 km al este de Iruya.
San Isidro, es el pueblo más cercano, yo opté por hacer el trekking, con duración de alrededor de 8hs ida y otras 8hs vuelta, pero también está la opción de hacer una excursión con locales en vehículos 4x4.
Visitar otros pueblos cercanos, como San Juan, Chiyayoc o Rodeo Colorado.
El pueblo es chico, por lo que no podemos dejar de recorrer todas sus callecitas y visitar su Iglesia Virgen de Nuestra Señora del Rosario que data del 1753, mismo año de fundación del pueblo.

Recomendaciones:
Tomar abundante agua mineral.
Usar protector solar, lentes de sol y sombrero.
Una opción para evitar apunarse es mascar coca.
Buen calzado para cualquier caminata.
Realizar las excursiones durante la mañana, no solo para tomar las mejores fotos, sino para evitar volver al pueblo de noche, ya que no conocemos los caminos y nos puede resultar peligroso el descenso a la montaña.
Consumir fruta y llevarnos comida liviana para el camino.
Disfrutar de unos buenos mates, renovando energías, con unas increíbles vistas :)
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